Ecología Química Y Alelopatía, Avances Y Perspectivas

Gracias a los conocimientos que la ecología fue aportando en los últimos 100 años, sabemos que en las interacciones químicas entre organismos participan una enorme cantidad de metabolitos que todos los organismos producen a lo largo de las rutas metabólicas primarias, a las que se suman otras vías estrechamente relacionadas que son las vías metabólicas secundarias donde se originan los metabolitos secundarios; éstos son extraordinariamente variados y desempeñan un papel ecológico fundamental al intermediar no solo las interacciones químicas entre organismos sino aquellas que se producen entre los organismos y su medio abiótico. Gracias a estos conocimientos, la ecología química se convirtió en una ciencia plenamente reconocida con un gran desarrollo, al igual que una de las principales disciplinas que forman parte de ella: la alelopatía.

Actualmente se han publicado los resultados de muy diversas investigaciones en ecología química y alelopatía, las cuales han demostrado que todos los organismos, plantas, animales, microorganismos, terrestres y acuáticos, utilizan el lenguaje químico para relacionarse unos con otros y que esta continua comunicación química es vital para ellos que emplean a los metabolitos secundarios como mensajeros de una información muy diversa. El avance de la ecología química se debe en gran medida a que la solución de muchos problemas en los ecosistemas agrícolas (plagas, malezas, fitopatógenos, toxicidad del suelo) pueden tener resolución por medio del conocimiento de las formas de defensa que las plantas utilizan para enfrentar a sus numerosos enemigos.

El avance de la tecnología química, ha permitido mejorar los procedimientos de separación y caracterización de metabolitos secundarios y otros compuestos, de mezclas complejas, así como valorar la posibilidad de sintetizar los compuestos de mayor interés para usarlos en el control de plagas. Las ventajas de este tipo de control de plagas son evidentes, ya que se utilizan compuestos naturales cuyo efecto es suficientemente específico sobre las plagas, y por lo tanto, el impacto sobre otro tipo de organismos es mínimo, comparado con el daño que causan los plaguicidas sintéticos, cuyos daños ecológicos son enormes, ya que su acción tóxica afecta a un amplio abanico de formas vivas y se propaga a través de las cadenas tróficas del ecosistema, hasta llegar a los niveles superiores, donde generalmente se concentran.

Descifrar la estructura química y el contenido de información de las moléculas que intermedian todas las relaciones químicas entre organismos, así como las consecuencias evolutivas y ecológicas de éstas, han derivado hacia nuevas e importantes vertientes de investigación en la Ecología Química y la Alelopatía, donde las ciencias “ómicas” (genómica, transcriptómica, proteómica y metabolómica) y las tecnologías de las mismas, tienen una importancia fundamental.