Poscivilización, Guerra Y Ruralidad
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Esta obra versa alrededor del rol que juega la guerra en el proceso civilizatorio, el cual se encuentra en un momento decisivo: continuar avanzando hacia una etapa más alta de un progreso material y cultural fincado en el dominio y la depredación, o bien empujar a la deconstrucción de la lógica del funcionamiento y los resultados del "éxito" alcanzado en el mundo y acordar otro estilo de civilización y de vida que no esté sustentado en la guerra contra la naturaleza —humana y no humana—; aunque ello rompa con la ficción de la doctrina del crecimiento sostenido, esencia del pensamiento económico tanto de la derecha como de la izquierda, y panacea del mundo civilizado en la era moderna.
Este proceso señala, empero, la aparición de un nuevo paradigma civilizatorio —o mejor dicho poscivilizatorio— fundado en la transición de las incompatibilidades que son el basamento de la civilización moderna, hacia acuerdos fundados en los principios de la compatibilidad potencial y actuante de los vínculos Hombre-Naturaleza-Sociedad-Cultura.
Después se arribó a una preocupación central de la obra, que es la perspectiva del mundo rural. Desde luego el campo, en países como México, sufre un tremendo embate que ha llevado a una crisis agrario-ambiental nacionalmente destructiva. No hay que olvidar que la guerra alimenticia es parte de la guerra para ejercer el dominio, control y mando mundiales. En la óptica del poder global, el campo inmerso en el pluralismo económico y sociocultural es un enemigo fundamental.
El mundo rural vive nuevas realidades. Una metodología apropiada sugiere con-templar éstas desde el campo y desde la ciudad para identificar visiones diferentes, que no obstante se van complementando para arribar a un estado de cosmopolitismo y ciudadanía global que permitan mirar al mundo de manera compartida.
Finalmente, se identificaron dos tendencias presentes en el mundo rural y la agricultura mundial. Esto tiene que ver con la emergencia ambivalente que significa la nueva ruralidad en conexión con la oposición o identidad de la ruralidad con la urbanidad. Ello nos lleva, si existen las condiciones, a la realización de un Nuevo Trato entre el campo y la ciudad.
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