Qué Solos Están Los Pobres, Neoliberalismo Y Urbanización Popular En La Zona Metropolitana De La Ciudad De México

El estado mexicano ha dejado de ser el principal promotor del bienestar colectivo y, de manera directa o indirecta, ha buscado su cambio por medio de los mecanismos mercantiles que fomentan el egoísmo y el individualismo. Al mismo tiempo, ha intentando rehacer el apoyo hacia el sistema político mexicano mediante programas de asistencia social focalizada. Por tal motivo ha dejado de lado el carácter universal del bienestar social. Esto es resultado del haber privilegiado las acciones gubernamentales que se dirigieron a transformar el ámbito económico para que las llamadas “fuerzas del mercado“ se encargaran de “insertar“ al país en la nueva fase del desarrollo conocida con el nombre de globalización económica. Sin embargo, este hecho ha tenido consecuencias negativas sobre el nivel de vida de la mayoría de los mexicanos que habitan los centros urbanos. Sobre todo los que se localizan en los asentamientos “irregulares“ que se caracterizan por la ausencia de servicios básicos donde, finalmente, se reproduce la pobreza y las relaciones políticas de tipo clientelar que han terminado por beneficiar, de cierta manera, al autoritarismo presidencial y al Partido Revolucionario Institucional (PRI). Esa dimensión política, en los últimos años, ha sido rescatada, desde la presidencia, por los programas de asistencia social como Pronasol y Progresa. Ahora bien, la Zona Metropolitana de la Ciudad de México es una aglomeración urbana, donde la multiplicación de asentamientos “irregulares“ ha impulsado la rápida urbanización de varios municipios del Estado de México. Y precisamente, en la ahora municipio Chalco de Solidaridad, el Pronasol inició sus actividades bajo una amplia campaña publicitaria encabezada por el entonces presidente Carlos Salinas.