Hablar De Otros, Miradas Y Voces Del Mundo Tepehua

Los tepehuas constituyen uno de esos ejemplos paradigmáticos de culturas 4  que no han sido objeto de una investigación continua por parte de las ciencias sociales, lo cual posibilita una apertura a un tratamiento novedoso y, en cierto modo, arriesgado. Subyacente está el problema de la creatividad: hablar de una cosa conocida que no da ninguna sorpresa por su universalidad y estandarización, por su escasa "relevancia cultural" —se dice: son indígenas pobres y marginados—. Frente a esta actitud de indiferencia, cuando no de menosprecio, que elimina el diálogo y pretende controlar el conocimiento de otras culturas, este texto se interesa en la variedad, la amenidad y la creatividad de una cultura que no es perfectamente inteligible a los ojos del antropólogo, pero que implica una definición positiva de la antropología: la no eliminación de posibilidades —como sí implicaba la modernidad en nombre de una razón universal—.

En el texto se recrea un diálogo, una polifonía, expresiones diferentes al unísono, que reflejan los modos de compartir el surplus autorial con otros protagonistas en una trama; pueden apreciarse personajes con lógicas opuestas y confrontadas que desconciertan al lector, así como múltiples posiciones para el antropólogo. Cuando un novelista crea una obra, la figura de la novela se hace tan fuerte que su personalidad construye la novela. Del mismo modo, el antropólogo trata con sujetos y, en ocasiones, se deja arrastrar por ellos. Don José —el curandero—, Don Julio —el activista político— y Doña Margarita —la campesina— son los protagonistas y las figuras principales de este texto, la tentativa del cual es proponer la existencia de otros modelos diferentes al nuestro, pero que también tienen sentido. La disciplina antropológica, y esta obra en particular, acepta el desafío dialógico "entendiendo" y abriéndose a las palabras de los otros.