¿Quién Bajo La Piel?

El libro que sus manos sostienen ahora, podría calificarse como una novela con preguntas. En ese sentido, su modo de ser coincide con la idea que el gran escritor checo, Milán Kundera, tiene de la novela: no es ni un medio recreativo ni una ocasión de distraerse o de traerse y tirarse allá afuera de uno mismo, sino una forma de exploración del ser humano. Un caracol espiral que no se petrifica.

La narrativa como una forma de desanudarse y de ir anudando otros caminos, vertientes que dan hacia otros lados, eso es lo que demuestra esta novela.
Atrévase a caminar por donde a simple vista no hay caminos y encontrará pasajes secretos detrás de los libreros y de los matorrales, y puentes levadizos para cruzar los fosos que nos dan tanto miedo.

La novela de Alejandra Rodríguez Arango entronca con la tradición abierta por la narrativa de esa genial diseccionadora del alma humana que fue la brasileña Clarice Lispector, un tipo de narrativa agónica que tiene que ver con el temblor constante, más que con la explosión repentina.

¿Quién bajo la piel? es una novela de aventuras internas. Al irse ahondando y tocando lo que no puede tocarse de otro modo, esta obra nos invita a profundizar en nosotros mismos.

¿Esta novela se va desenvolviendo o se va desollando? Depende del lector y de la cantidad de máscaras que permita que le arranquen.

Eduardo Casar