El Día Que Me Volví Invisible, Cuentos De Viejos Y Otros Fantasmas

Este libro está habitado por fantasmas. Quizá usted tenga uno en casa; quizá usted mismo esté transitando hacia una condición de inexistencia.

“El día que me volví invisible” -cuento que le da título a la obra- ha dado la vuelta por el mundo. Ganador de un premio internacional de relatos, se popularizó al grado de encontrarse en múltiples fuentes, incluso con diversas autorías. Aquí Silvia Castillejos Peral nos ofrece no sólo el cuento original, sino una serie de historias que nos enfrascan con humor o con gravedad, en el tema de la vejez.

Los personajes deambulan por sus páginas evocando la vida, sin ser vistos, sin ser escuchados: Nicéforo, marginado por los años y por la sociedad, resuelve enviar una carta al señor presidente; Lázara, una anciana que ha olvidado su verdadera historia, aprende a mentir con lo único que le queda, la esperanza. Otra mujer viaja en un tren que avanza entre las olas del mar, en una atmósfera que le da la certeza poética de estar muerta.

Sin soltar las amarras de la cotidianidad y su lenguaje coloquial, la autora se permite jugar con realidades oníricas y con mitos literarios: Hay resquicios en la Comala rulfiana que propician reencuentros anunciados, y hay amores que se extravían o se recobran en los laberintos de la muerte.

La obra, en su brevedad contundente, nos convence de que no existe una sola dimensión de la memoria, pues, a fin de cuentas, y como dijera Jorge Luis Borges, lo único que puede modificarse es el pasado.